Conoce a Laionlel
Tenía 7 años cuando agarré una guitarra por primera vez, aunque amaba la música de hace tiempo. Desde entonces, he tenido el placer de escuchar música, tocarla, y colaborar con amigos, colegas, pares, profesores, y otros músicos de los cuales he aprendido un montón. Trabajando con ellos, me he dado cuenta de la belleza en la naturaleza colaborativa de la música.
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Siempre he creído que la música es para todos. Para mí, crearla es mi forma de conectar con gente y provocarles emociones. Como arreglista, puedo desarrollar las ideas de otros, conectándolos con sus audiencias. Similarmente, producir me permite traer ideas a la realidad, mientras que tocar piano me hace sentir una tremenda conexión con mi audiencia. Nunca olvidaré las reacciones que recibí cuando publiqué mi primer single. No tenía idea de que algo tan simple como una canción pudiera encontrar un lugar en los corazones de tanta gente, provocando felicidad.
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Cuando estaba en primaria, no tenía amigos para jugar. No había nadie dispuesto a pasar tiempo conmigo en el recreo, porque nadie estaba interesado en escucharme, en primer lugar. Pasaba el tiempo solo, separado de los otros niños. De alguna manera, así es como veo el mundo hoy. Así veo a la sociedad. Hay 8 mil millones de personas en el mundo, y cada uno de nosotros quiere compartir lo que hemos estado haciendo. Todos queremos hablar de las cosas que hemos logrado, de lo que hemos superado, y de las cosas que nos traen felicidad. Pero al hablar tanto, nos olvidamos de escuchar. Hoy en día es tan común hablarle a alguien y sentir que estas parado al frente de una pared, porque están más atentos a su celular que a ti. ¿Cuál es la idea de compartir ideas, si nadie se toma el momento de apreciarlas? Sin embargo, me he dado cuenta de que existe un fenómeno que logra deshacerse de todo ese egoísmo y llena a la vida de vida nuevamente: la música.
Cuando empecé a llevar mi guitarra al colegio, todos dejaron de hablar, y escucharon. Esto es exactamente lo que quiero traer al mundo.
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Cuando trabajo en un proyecto de música, siempre le pongo mi corazón y mi alma. A pesar de la naturaleza del proyecto, si estoy arreglado, produciendo o tocando, si no siento que va a promover conexiones genuinas y ganas de compartir, no es lo suficientemente bueno. ¿Qué mejor sentimiento hay que crear algo, y que la gente logre desarrollar conexiones reales a travez del proyecto? Espero fuertemente que mi trabajo inspire a gente a ir más allá, a ser empáticos, y, sobre todo, a escuchar. Seguiré aprendiendo de la gente con la que trabajo con una mente abierta, y espero algún día cumplir mi propósito como creador de música. Si lo hago, espero compartirlo con la gente que es importante para mí, creando y fortaleciendo puentes, tanto nuevos como viejos, y mirar hacia atrás con una sonrisa, y hacia adelante con fé.
